Una antigua moneda hecha de piedra, inmóvil pero valiosa, reveló que el dinero no necesita moverse y ni siquiera verse para tener poder.
Yap, la pequeña isla con dinero tan grande y pesado que nadie podía mover (ni robar)

Una antigua moneda hecha de piedra, inmóvil pero valiosa, reveló que el dinero no necesita moverse y ni siquiera verse para tener poder.